El histórico momento en que Cuba dejó de ser Cuba
Cuba ha dejado de ser Cuba, sí, por lo menos para los latinoamericanos. Hemos estado acostumbrados a una Cuba comunista, algunos no la vimos formarse pero hemos crecido con ella.
La Revolución Cubana forma parte de nuestros libros de historia. Es un hito importante en la América moderna, por lo menos eso nos enseñan en el colegio. Fue un actor importante en la Guerra Fría, un gran aliado de Rusia y un ferviente opositor del imperialismo yankie, por lo menos hasta hace poco.
Gracias a ella, uno de los personajes más conocidos en el continente aún perdura en la memoria colectiva (sí, estoy hablando del Che Guevara). Gracias a ella muchos presidentes latinoamericanos (afines al comunismo, socialismo y caviarismo) han logrado articular discursos que han convencido al pueblo (no a todo). Gracias a ella, el expresidente -actualmente fallecido- Hugo Chávez estuvo a cargo de Venezuela por más de 10 años, firmemente apoyado por Fidel Castro, ondeando la bandera anti imperialista por todo alto (que en mi opinión ha sido lo único en alto que queda en aquel hermoso pero desmerecido territorio).
Hoy, luego de 54 años de no tener relaciones diplomáticas, Estados Unidos y Cuba han hecho las paces. La bandera de ambos países flamea "orgullosa" en el país opuesto. El primero en izarla fue Cuba en su actual embajada de tres pisos en Washington el 20 de julio de 2015. Los gringos, por su parte, la colocaron el 14 de agosto de 2015 asegurando que habían dejado de ser enemigos para convertirse en vecinos. ¡Vaya!
Pero, ¿qué significa esto realmente? ¿Dónde ha quedado la Cuba revolucionaria de 1950? ¿Acaso el espíritu que inspiró a hombres como Ernesto Guevara ha desaparecido? Es curioso darse cuenta que cuando la mayoría de presidentes de Latinoamérica son de izquierda (o rojos como se les suele llamar) y tratan de utilizar a Cuba como ejemplo, ésta decida bajar la guardia y permitir que una bandera yankie flamée en su territorio.
¿Será que se han dado cuenta que en esta época es absurdo aislarse del resto de países? ¿Se habrán dado cuenta que para ser revolucionario no necesitas cerrar tus fronteras? ¿Será que se sienten avergonzados de ser el ejemplo de Argentina que no ha hecho otra cosa de llevar a su pueblo a la miseria o el de Venezuela que mata de hambre a su gente?
Aunque la mayoría de latinoamericanos no nos hayamos detenido a pensar realmente si nos afecta o no esta decisión cubana (espero que sí lo hayan hecho los políticos, aunque es mejor no cantar victoria), la verdad es que nos toca directamente.
Si Cuba, el país padre del comunismo latino, ya no está en contra del imperialismo, ¿tienen razón de ser el resto de gobiernos izquierdistas que tratan de imitarla? Este es tal vez el punto de quiebre que necesitaba Argentina y Venezuela para darse cuenta que deben cambiar de estilo de gobierno, que ese sistema cerrado y aislante no funciona más (si es que en algún momento lo hizo). Es, derrepente, lo que necesitaba Perú, Colombia, Chile y Bolivia para no votar en sus próximas elecciones por un partido radical, sino más bien conciliador.
Es justo por esto que los ciudadanos debemos detenernos y pensar bien si realmente debemos apostar por un modelo político que quiera imitar a una Cuba de lo 50, cuando ella misma nos está diciendo que éste es obsoleto.
Cuba nos está dando un mensaje: en un mundo globalizado no tiene sentido bloquear relaciones diplomáticas. Lo único que se logrará, si se insiste en eso, es llevar a un país entero a la miseria y desesperación, a la violación de derechos humanos y libertades básicas -como sabemos que sucede en algunos países hermanos aunque queramos fingir demencia-.
Esta apertura cubana y su "alto al fuego" hacia los gringos es un momento histórico no solo para ese país, sino para toda Latinoamérica porque Cuba, aunque algunos no se hayan dado cuenta o quieran darse cuenta, ha dejado de ser ESA Cuba.