Déjenme decidir
Una carta que ningún congresista -y menos el presidente- leerá.
Querido Gobierno del Perú y Congresistas:
Yo no soy madre y tampoco soy católica -ni de ninguna otra religión por decisión propia-. Seguramente por esto muchas personas considerarán que no estoy apta o calificada para dar esta opinión, pero soy mujer ante todo.
No puedo sentirme más indignada y apenada por la última decisión tomada por la Comisión de Justicia del Congreso.
Primero, me parece ridículo y absurdo que un grupo de 4 personas decidan sobre la libertad de millones de mujeres peruanas. ¿Ellos representan realmente lo que las peruanas pensamos o sentimos? Para mí esto es una burla directa a nuestra capacidad de seres humanos en la toma de decisiones fundamentales como el aborto.
El señor Juan Carlos Euguren dice que siempre defenderá los valores de la familia y la buena moral. Disculpe usted, pero ¿está diciendo que aquellos que estamos a favor del aborto no tenemos valores familiares ni buena moral?
Yo tuve la suerte de tener unos padres maravillosos, que me criaron bajo los cánones de la Iglesia Católica y me dieron una educación en un colegio de monjas (lo menciono solo para que no digan que no tengo idea de la religión, los salmos, los mandamientos, los pecados capitales etc., etc.). Y, aún así, estoy a favor del aborto. ¿Por qué? Porque considero que como mujer tengo el derecho de elegir si quiero abortar o no, ya sea por una cuestión terapéutica, por violación o por cualquier otro motivo.
Tengo el derecho a decidir y no ser una criminal por tener clara mi posición. Tengo derecho a ir a un consultorio seguro, limpio y con profesionales y no verme obligada a ir a uno clandestino. El aborto quedará solo en mi consciencia y seré solo yo quien cargue con ese peso el resto de mi vida.
¿De qué tienen miedo? ¿Tienen miedo de que las mujeres decidamos ir de mil en mil a abortar? Eso, señores, no va a pasar. No habrán más abortos de los que ya hay, solo se tendrá un registro de ellos.
¿Tienen miedo, acaso, de que empecemos a tener una verdadera voz y una verdadera capacidad de decisión que pondrá en peligro sus puestos como congresistas? Pues deben tener miedo con o sin ley de despenalización del aborto.
Sé que muchas personas no estarán de acuerdo con mi posición y dirán que el aborto es asesinato y punto. Dirán que va en contra de lo evangelizado por la Iglesia Católica, que va en contra de la fe. No digo que no tengan razón, seguramente la tienen y es muy probable que los católicos jamás vayan a abortar, pero ¿por qué el resto de personas tenemos que regirnos por lo que cree la Iglesia si somos un país laico?
Yo no busco que estén de acuerdo conmigo, pero sí busco que respeten mi derecho a elegir, mi derecho a opinar y mi derecho a pensar por mí misma. Déjenme decidir.